Ganadería
lechera

Ganadería lechera

La producción lechera de Nueva Zelandia ocupa un lugar destacado en el escenario mundial. Este resultado comienza a construirse a partir de una fuerte vinculación de los productores con la tierra y los recursos naturales, que se extendió al ámbito técnico y científico. El sector lácteo del país se ha caracterizado durante mucho tiempo por fomentar la investigación y la innovación, con sólidas inversiones en educación, genética y salud animal, producción de semillas, equipos agrícolas, sistemas de trazabilidad y tecnología de manejo de pastos. Uno de los beneficios de esta relación directa con la investigación es que Nueva Zelandia es el país con menor huella de carbono en la producción láctea, según un estudio encargado por Dairy New Zealand y realizado por AgResearch, que evaluó 18 países, entre ellos algunos de los mayores productores de leche del mundo.

Aunque pequeño, Nueva Zelandia tiene números expresivos en el comercio internacional de productos lácteos. Son más de 3,800 productos lácteos exportados al mes a más de 100 países. Solo en el caso de la mantequilla, los neozelandeses poseen casi la mitad del mercado mundial.

Modelo para el mundo

  • El hato lechero de Nueva Zelandia, conocido como “ganado kiwi”, tiene más de 6.2 millones de cabezas, con predominio de las razas Holstein y Jersey. La mejora genética garantiza una alta eficiencia para estos animales, con características muy particulares. Como la altura media, que reduce el consumo de alimentos, pero sin perjudicar la productividad.
  • A la vanguardia en el manejo de sistemas de producción alimentados con pasto, Nueva Zelandia se ha convertido en líder mundial en eficiencia y bajo costo en la conversión de pasto a proteína y en todo lo que involucra la actividad. Los neozelandeses construyeron sistemas de producción altamente competitivos y eficientes, basados ​​principalmente en el manejo de pastos con el uso de cercas eléctricas, además de otras técnicas como sistemas de riego y manejo de efluentes, control de producción de materia seca por hectárea. Este último incluso ha ampliado el uso de tecnologías aeroespaciales, con el uso de drones.
  • Los animales pastan durante todo el año bajo una cuidadosa planificación de la carga ganadera y la rotación, con programas de renovación de pastos, que implican la elección minuciosa de los cultivares más adecuados y la correcta aplicación de fertilizantes. Esta tecnología tiene un gran potencial de adaptación y puede ser aplicada en otros ambientes, en diferentes ubicaciones geográficas y condiciones climáticas, como ya se ha comprobado en América Latina, en países como Brasil, Chile, Ecuador, Colombia, Argentina y Uruguay.

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