La posición única de Nueva Zelandia en el mundo proporciona los ingredientes correctos para cultivar una amplia variedad de productos saludables. 

Tenemos grandes suelos, abundantes agua, aire limpio y un clima templado. 

También estamos libres de muchas de las plagas y enfermedades que asolan al resto del mundo. Tenemos mucho espacio y la capacidad de crecer en contra de la estación del norte hemisferio.

El  ecosistema de innovación neozelandés, desarrollado con base en la tradición de respeto por la naturaleza, conecta a agricultores y técnicos con investigadores, organismos gubernamentales y empresas, dentro y fuera del país. 

En Nueva Zelandia contamos con programas de renovación de pastos, que implican la elección minuciosa de los cultivares más adecuados y la correcta aplicación de fertilizantes. 

Esta tecnología tiene un gran potencial de adaptación y puede ser aplicada en otros ambientes, en diferentes ubicaciones geográficas y condiciones climáticas, como ya se ha comprobado en América Latina, en países como Brasil, Chile, Ecuador, Colombia, Argentina y Uruguay.

Nuestro ecosistema de innovación y mejoramiento de semillas impulsa el uso de la tecnología para ser más eficiente y para mantenerlo atractivo como forma de vida para las nuevas generaciones.